Eduard Pons: El nuevo talento bajo la tutela de Al-Attiyah.
Cristina Gutiérrez no ha dejado huérfana la categoría Challenger. Aunque la actual campeona no defenderá su título al ascender a la categoría reina, las apuestas españolas son muy sólidas para replicar el éxito de la burgalesa. Su 'sucesor' más directo será el joven Pau Navarro, quien, al igual que ella, llevará los colores de Red Bull. Sin embargo, no se debe perder de vista a otra pareja con posibilidades: la que integran los gerundenses Eduard Pons y Jaume Betriú.
No son nuevos en el Dakar. Debutaron en SSV, un escalón por debajo, en 2024… pero el recuerdo no puede ser peor: “Cuando acabé me prometí no volver a salir en esta categoría, aprecio mi vida. Te la vas jugando cada etapa con los camiones, que te avasallan y estás indefenso ante ellos”. De hecho, para la Copa del Mundo de Bajas ya saltó a los Challenger: “Esto sí son coches de carreras de verdad, son como un T1+ en miniatura”. Y se ha notado, porque Pons, un piloto curtido en los rallies nacionales y catalanes desde 1986, ha logrado este año su mayor éxito deportivo: el título mundial de Bajas (recogió su trofeo junto a Verstappen o hace unos días en la gala FIA de Ruanda).
Y nadie podrá decir que lo ha tenido fácil. Más bien al contrario. Baste empezar por el final: ganó el título a falta de 20 kilómetros, cuando su máximo rival, el dubaití Khalid Al-Jafla volcó a falta de un suspiro para el final de la temporada. “Era el piloto local, había dicho antes de empezar que no necesitaba ni del copiloto para ganar la Baja Dubái. De hecho, los test pre carrera se hacían… en su casa. Pero nos las apañamos para salir cada día detrás de él para meterle presión y cometió un error al final, volcando cuando faltaban 20 kilómetros. Estábamos empatados a puntos, así que el título fue nuestro”.